LA HERENCIA DE LOS 17 CAMELLOS
Un árabe dejó al morir
a sus tres hijos una herencia de 17 hermosos camellos, especificando
que habían de repartirla de la siguiente manera: al mayor la mitad de
los camellos, al mediano la tercera parte, y al menor la novena parte.
Los jóvenes herederos estaban desesperados, ya que evidentemente no
podían repartir los 17 camellos de esta manera sin la colaboración del
carnicero. Buscaron finalmente los consejos de un anciano y sabio amigo
que prometió su ayuda. Al siguiente día se presentó en la cuadra
llevando un camello de su propiedad. Lo juntó a los 17 y dijo a los
hermanos que ya podían proceder al reparto. El mayor se llevó la mitad
de los 18, o sea 9, el mediano un tercio de los 18, es decir 6; y el
pequeño un noveno de los 18, o sea 2. Cuando ya se hubieron llevado los
17 primeros camellos, el anciano cogió el suyo y se marchó.
LOS TRES PÁJAROS AMIGOS
Érase una vez la historia de 3 pajaritos: uno grandote, otro pequeñito y otro ni grandote ni pequeñito, sino que era de tamaño mediano. En un bosque había un árbol donde vivía un pajarito al que le ocurrió la siguiente historia: Poquito a poquito aprendió a volar un pequeño pajarito.
Cuando lo hubo logrado un pájaro grande quiso darle un bocado.
Entonces el pajarito pequeño le dijo con mucho empeño:
“¿No te da vergüenza hacerme daño?”
“¡Métete con alguien de tu tamaño!”.
El pájaro grande lo entendió y al pequeñito no se comió,
en ese momento cruzó uno mediano y le dio al grande la mano. El pájaro mediano que era su hermano le hizo comprender que nos debemos querer.
Así los tres pájaros grande, pequeño y mediano se dieron todos la mano. Desde ese día jugaron con alegría siempre se quisieron y entre ellos se defendieron.
A todos debemos ayudar y nuestra amistad dar, sin importarnos su tamaño pues a nadie se debe hacer daño.
FIN
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